Recostada mirando por la ventana suena Rise the Eddie Vedder.
El sol cae y hace reflejo con la pelota de espejos que
cuelga sobre la ventana.
Miles de círculos se reflejan en la habitación y queda
mágico. Mi mundo mágico.
Miro para afuera y el reflejo me hace humedecer los ojos. Un mundo afuera de la ventana… un universo
adentro mío que grita que quiere
salir.
Oceánica, mucha agua en movimiento, gigante, indomable… como
un animal corriendo sin parar, sin parar, sin parar hasta quedar exhausta.
El poder que genera quedarme quieta mirando algo…
el espejo que me hace burlas y yo lo rompo.
Me corto y me curo.
Me curo y me curto.
Se me despegan los vendajes… los agarro del piso y me los vuelvo a poner.
El sol que me inunda de luz no me deja ver con claridad.
Me pongo lentes de sol y los círculos en la habitación se
mueven… vienen hacia mi.
Algo me quieren decir pero no los escucho.
Into the wild.
Aguantar la toma.
Me seco los ojos, me saco los lentes y abro la ventana,
Siento el aire y me saco las vendas.
Que se muevan las aguas, estoy pronta para nadar.
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